jueves, 20 de febrero de 2014

Ciberespacio e hiperespacio




Ciberespacio

Aunque el término “Ciberespacio” provenga del mundo de la literatura de ficción apareció en la obra de W. Gibson, Neuromante, en 1984 y allí es definido como una “alucinación consensual”-1, lo cierto es que prendió pronto en el vocabulario popular para identificar una nueva realidad que estaba formándose poco a poco. Esta introducción indirecta de un término recogido de otro ámbito ha hecho que su aplicación no sea, muchas veces, lo suficiente precisa a la hora de manejarlo. Sin embargo, su implantación rápida muestra el grado de identificación obtenido por el término con la realidad a la que designa, aunque esta realidad esté por describir, definir y explicar.

En otras ocasiones, hemos definido el Ciberespacio como un espacio virtual de interacción, es decir, básicamente como un espacio-sistema relacional. A diferencia de otros tipos de espacios, que pueden ser utilizados para distintas funciones, pero que tienen una naturaleza física primaria, el Ciberespacio surge directamente como un espacio relacional. Dos personas pueden encontrarse en un lugar y comenzar allí algún tipo de relación, pero ese espacio estaba ahí antes y seguirá después de que esa relación termine. El Ciberespacio existe solamente como espacio relacional; su realidad se construye a través del intercambio de información; es decir, es espacio y es medio. Una red sin interacción entre sus miembros deja de ser una red; la red existe porque existen relaciones entre sus integrantes.

Este carácter emergente del Ciberespacio hace esencial vincularlo con aquello que determina su emergencia: con la idea de comunicación. El Ciberespacio surge en y por la comunicación, de ahí su doble naturaleza de espacio y medio. Es, por tanto, un espacio que se genera cuando se producen ciertos tipos de comunicación.

La diferencia entre un espacio físico y un espacio virtual generado en el acto de comunicación es esencial para comprender la naturaleza del Ciberespacio. De esta circunstancia se derivan toda una serie de consideraciones y características que lo convierten en algo históricamente único, en una experiencia humana nueva.

De la “alucinación consensual” de Gibson se ha pasado a un mundo virtual, por un lado, pero real por otro, si entendemos como real un mundo en el que es posible realizar acciones y tomar decisiones.

Son cada vez más las zonas de equivalencia o las sustituciones de actividades entre ambos mundos. Ciertas tareas que antes era necesario realizar físicamente, ahora se pueden realizar a través de escenarios virtuales alojados en el Ciberespacio. En muchos casos, la eficacia del mundo virtual ha hecho desaparecer del mundo real elementos que no hace mucho parecían firmemente anclados en nuestro entorno material.




Hiperespacio


La expresión hiperespacio es también utilizada con relativa frequencia con relación a los sistemas basados en hipertexto de un modo general, y al ciberespacio en particular. De modo general, este tipo de apropiación del término hiperespacio no viene acompañado de consideraciones sobre el establecimiento de un espacio multidimensional a partir de los hiperlinks. Mismo T. Nelson, que tendría formulado el término hipertexto en la década de los 60, apenas indirectamente relaciona la noción de la matemática de hiperespacio al 'espacio informacional' construido con hiperlinks: "[d]e acuerdo con Nelson, la mayor influencia vino del vocabulario de las matemáticas, en que el prefijo 'hiper' significa 'extendido y generalizado'" (Bardini, 1997, s. p.). La complejidad del espacio informacional posible de construir con sistemas de hipertexto e hipermedia apunta, de cualquier modo, para una constitución verdaderamente hiperespacial.

A los espacios con más de tres dimensiones se les da el nombre de 'hiperespacio'. Hiperespacios y elementos hiperespaciales, como por ejemplo los hipercubos, pueden ser representados visualmente en dos o tres dimensiones, pero la mente humana tiene dificultades para operar en sistemas espaciales de ese tipo. La aprehensión en cuatro o más dimensiones es, sin embargo fundamental para el estudio de sistemas complejos, en los cuales las características de cada elemento precisa ser representada por cuatro, cinco o más variables.

Independientemente de cualquier posibilidad de que la especie humana efectivamente habite un universo multidimensional, estando limitada a la percepción de apenas tres dimensiones por su configuración anatómico-fisiológica o cultural, la aprehensión de la espacialidad hiperdimensional del ciberespacio probablemente colabora para el desarrollo de formas multidimensionales de raciocinio requeridas para análisis de sistemas complejos, esto es, de fenómenos que emergen de elementos definidos cada uno, por más de tres variables. Más importante sería, sin embargo, si la experiencia multidimensional del ciberespacio pudiese servir de punto de partida para cuestionamientos sobre los límites de la comprensión no apenas de la percepción humana, también de las verdades políticas, sociales y científicas a partir de las cuales se contruye la 'objetividad' de una determinada concepcíon de espacio. La aprehensión de la hiperespacilidad del ciberespacio podría dar continuidad al proceso de identificación de las discordancias entre la experiencia perceptiva y el concepto cartesiano (absoluto) de espacio al respecto de la cual considera P. Virilio: Confesar que lo esencial para el ojo humano es invisible, y que, dado que todo es una ilusión, tanto la teoría científica cuanto el arte no serían más que manipulaciones de nuestras ilusiones, iba contra los discursos políticos- filosóficos que desarrollaba, con el deseo de infalibilidad y una fuerte tendencia a la charlatanicie ideológica. Evocar públicamente la formación de imágenes mentales, sus aspectos psíquico-fisiológicos portadores de su fragilidad y de sus límites era violar un secreto de Estado bastante comparable al secreto militar, dado que cubría un modo de manipulación de masas casi infalible (Virilio, 1989, pp. 36-37).


FUENTES:


Joaquín Mª Aguirre Romero 2004
Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid
http://www.ucm.es/info/especulo/numero27/cibercom.html

www.razonypalabra.org.mx

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