lunes, 3 de marzo de 2014

Ensayo

CIBERESPACIO


El término ciberespacio se encuentra en la novela de ficción de William Gibson, “Neuromante”, unos diez años después, en el 1996 John Perry Barlow, escribió la Declaración de la independencia del ciberespacio, que liberaba al ciberespacio del monopolio de algunas naciones y se lo entregaba al patrimonio universal.

El ciberespacio no se puede reducir a un plano imaginario, sin tomar como referencia a lo real, él atraviesa ese referente, lo envuelve en su virtualidad, ésta es su característica fundamental, en donde los sucesos, no son reales, no vienen de la experiencia, de la tradición filosófica empirista como tampoco de la racionalista, ya que toda representación de la realidad brota de símbolos, códigos, e imágenes basados en complejos procesos matemáticos de alto nivel.

En el ciberespacio las vidas de los sujetos cibernautas son representaciones de Símbolos y códigos. Cada sujeto en una relación Lenguaje, lengua, Cultura y Sociedad se crea, recrea e interactúa, comparten toda clase de información en la esfera de las comunidades gestadas en la virtualidad.

El Ciberespacio surge en y por la comunicación, de ahí su doble naturaleza de espacio y medio. Es, por tanto, un espacio que se genera cuando se producen ciertos tipos de comunicación. La diferencia entre un espacio físico y un espacio virtual generado en el acto de comunicación es esencial para comprender la naturaleza del Ciberespacio. De esta circunstancia se derivan toda una serie de consideraciones y características que lo convierten en algo históricamente único, en una experiencia humana nueva.

De la “alucinación consensual” de Gibson se ha pasado a un mundo virtual, por un lado, pero real por otro, si entendemos como real un mundo en el que es posible realizar acciones y tomar decisiones.

Son cada vez más las zonas de equivalencia o las sustituciones de actividades entre ambos mundos. Ciertas tareas que antes era necesario realizar físicamente, ahora se pueden realizar a través de escenarios virtuales alojados en el Ciberespacio. En muchos casos, la eficacia del mundo virtual ha hecho desaparecer del mundo real elementos que no hace mucho parecían firmemente anclados en nuestro entorno material.

El surgimiento de los medios de comunicación como instrumentos de interacción y obtención de información representó una modificación radical en la estructura de la sociedad, tanto en las formas de organización (cultural, política, económica y social) como en la estructura comunicativa y relacional.

Las redes sociales virtuales son una de las herramientas más actuales en la red, tan sólo en México 6 de cada 10 internautas (que para el año 2010 alcanzaba los 34.9 millones) acceden a ellas (AMPICI, 2011), convirtiéndolas así en un sinónimo de comunicación en la sociedad posmoderna.

El Ciberespacio existe solamente como espacio relacional; su realidad se construye a través del intercambio de información; es decir, es espacio y es medio. Una red sin interacción entre sus miembros deja de ser una red; la red existe porque existen relaciones entre sus integrantes.

Las relaciones que se establecen dentro de ese espacio, son efímeras, no se llega a contenido profundos, son superficiales, con la finalidad de satisfacer la necesidad de compañía en el momento, se puede estar sólo de manera física pero conectado con millones de personas a través del ciberespacio, esos millones de personas también se encuentran solas físicamente, pero el hecho de ser parte de un comunidad virtual parece satisfacer sus necesidades afectivas y de atención. 

Una vez terminadas esas relaciones, el ciberespacio en que se consensuaron desaparece, pues éste existe únicamente si se da algún tipo de interacción. 


REFERENCIAS:

AMPICI. (Septiembre de 2011). Redes Sociales en México y Latinoamérica . Obtenido de Asociación Mexicana de Internet .
Joaquín Mª Aguirre Romero 2004
Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid
http://www.ucm.es/info/especulo/numero27/cibercom.html 
www.razonypalabra.org.mx
Tim Jordan,"Cyberpower: The Culture and Politics of Cyberspace" ("El ciberespacio: la cultura y la política del ciberespacio"),Internet Society, http://www.isoc.org/inet99/proceedings/3i/3i_1.htm.
Robert O. Keohane y Joseph S. Nye Jr., "Power and Interdependence in the Information Age" ("Poder e interdependencia en la edad de la información"), Foreign Affairs 77, N° 5 (septiembre/octubre de 1998): 89–92.



Ensayo

INFORMACIONALISMO 





Desde tiempos inmemoriales, tener la información justa en el momento oportuno ha significado poder y solamente las personas o grupos de personas que se podían permitir financiar ese intercambio de información disfrutaron de ese privilegio. Sin embargo, con el nacimiento de Internet ha disminuido drásticamente el tiempo que transcurre entre la necesidad y su realización, permitiendo alcanzar nuevos niveles de capacidad individual. 

A finales del siglo XIX, principios del XX, con la democratización de los medios de comunicación, como las cartas, el telégrafo, y el teléfono, que se fueron armonizando las infraestructuras que dieron lugar a una educación uniforme y global, y a un mejor movimiento de las mercancías y personas. 

Más allá de la buena circulación de aquella información, fue el tiempo de transmisión el que facilitó el crecimiento de la sociedad. A tiempo más corto (menor periodo de latencia), más crecimiento económico e individual. 

Esa misma circulación de información permitió al mismo tiempo igualar en todas las zonas de una sociedad determinada las condiciones de vida o de trabajo y, a partir de esa base, crear la educación adecuada para enriquecer a cada individuo, fenómeno que contribuyó al bienestar de la sociedad.

La Sociedad de la Información es una etapa más en el proceso permanente de desarrollo del conocimiento y de acumulación de capital humano y de capital organizativo de las empresas. En este nuevo entorno tecnológico, la información aumenta su valor económico y en consecuencia el poder en las personas, circula, se intercambia, se acumula, facilita o dificulta los procesos productivos y estimula la introducción de nuevos bienes y servicios.

Por otra parte, las organizaciones, en general, y las empresas, en particular, se enfrentan en este nuevo siglo a uno de los retos más importantes y singulares de la era actual: aprender a dirigir el conjunto de conocimientos existentes en aquéllas, con el fin de crear valor en la nueva sociedad del conocimiento y generar ventajas competitivas sostenibles o competencias esenciales que les faciliten lograr la excelencia organizativa.

Actualmente, en la era de las comunicaciones por red el acceso a la información ha dejado de ser un privilegio de pocos, por el contrario, es tanta la información que circula libremente y en miles de formatos distintos que es necesario generar una capacidad de proceso que nos permita identificar y seleccionar de forma óptima los datos que tenemos a nuestra disposición.

Esta capacidad de seleccionar y procesar la información ha generado un nuevo paradigma, el que ha desplazado con velocidad a sus predecesores, Manuel Castells designa este paradigma tecnológico como Informacionalismo, lo que nos hace recordar otros paradigmas definidos por la tecnología, incluso prehistóricos como La Edad de Piedra y la Edad de Hierro. La principal diferenciación, según Castells, del informacionalismo con paradigmas tecnológicos anteriores es la capacidad para procesar información y su impacto en la generación y aplicación del conocimiento.

Sin embargo, no toda la información que se tiene es poder, se debe realizar un análisis para determinar el valor que tiene la información que se posee. 

Mucha es la información a la que se está expuesto, y resulta un tanto complicado seleccionar la que es relevante de la que no. El exceso de información “basura”, que sustituye al conocimiento sostenible y duradero– es el principal problema de la sociedad moderna, Andrew Oitke nombra a ese exceso como Obesidad mental. 

Nuestra sociedad está más abarrotada de preconceptos que de proteínas; más intoxicada de lugares comunes que de hidratos de carbono; la gente está viciada de estereotipos, de juicios apresurados, de prejuicios, de pensamientos tacaños, de condenas precipitadas; todos opinan de todo, pero no saben de nada. 
Y justo ese es el principal problema se opina de todo y no se sabe nada, incluso la fuente de donde se obtiene éste término de obesidad mental no se sabe al cien por ciento su sea real, se obtiene información de todas partes, pero no se sabe realmente el alcance que las palabras pueden traer. 


REFERENCIAS:

Pérez, E. (12 de mayo de 2011). Aula Mágica. Recuperado el 2013, de http://aulamagica.wordpress.com/2011/05/12/informacionalismo-y-globalizacion/ 
Saint-Paul, A. (29 de enero de 2008). Tendencias 21. Recuperado el 2013, de http://www.tendencias21.net/La-informacion-es-fuente-de-poder-para-el-individuo_a2038.html
Sinopsis, Castells, M. La Sociedad Red. Alianza. 1995.
Gou, J. S. (s.f.). La sociedad de la información, ¿concepto o quimera? Obtenido de http://hfigueroabsociol.tripod.com/socinfcq.htm